Premio europeo «The Best Organic Farmer Female 2023»
Foto cedida por: @europeanunion2023
Clara Benito Pacheco es una Cabrera de 42 años que no proviene de tradición ganadera, ni estudió nada relacionado con biología ni ciencias ambientales, si no restauración de Bellas artes.
Acabó en esta profesión como podría acabar cualquiera que ame estar rodeado de naturaleza y habitando su territorio como el resto de seres que lo habitan: desde el respeto, la observación y la coexistencia.
¿Cómo se llaman los premios y la categoría en la que has ganado?
Los premios son los EU ORGANIC awards. Y mi categoría es «The Best Organic Farmer Female 2023»
¿Por qué crees que te han elegido a ti como ganadora?
Durante la ceremonia varias personas del jurado se me acercaron para decirme que me había otorgado el premio por los servicios ecosistémicos que hace nuestro rebaño en nuestro entorno: mantenimiento de fajas cortafuegos, el servicio al pueblo evitando incendios, la regeneración que íbamos haciendo en el entorno y la recuperación de la biodiversidad.
Además, todo ello sumado a la nueva tecnología que utilizamos para el manejo del rebaño, ya que hacemos pastoreo monitorizado y pastoreo regenerativo
¿Crees que estos premios ayudan a dar visibilidad al campo?
Creo que sí que ayudan a dar visibilidad al campo. No son premios económicos sino de reconocimiento europeo y creo que ayudan a dar visibilidad al campo porque ponen el ojo en candidaturas como la mía, en proyectos muy pequeñitos que generalmente pasamos muy desapercibidos porque no tenemos un rebaño grande (tenemos 130 cabras) o porque se valoran otras cosas… Y, de repente, que en Europa pongan el foco en lugares tan recónditos como Berzosa del Lozoya, creo que es una oportunidad de que la gente reciba información sobre los procesos y crear conciencia a la hora de hacer la compra. Ya que, realmente, cuando vamos a comprar no sabemos muy bien cuál ha sido la historia de ese cabrito, de ese queso o de ese tomate… con lo que dar visibilidad a este tipo de proyectos circulares en el que se controla todo el proceso de producción está muy bien e incluso invita a que la gente cercana venga a conocer el proyecto y se interese un poco cómo sucede todo.
Creo que, verdaderamente, hay mucha gente en la ciudad que no que no es consciente de esto, como me pasaba a mí cuando vivía en la ciudad: nunca había trabajado en un huerto y había plantas sencillas que no identificaba… descubrir cómo crecía un tomate, un pimiento o cómo se amamantaba un cabrito para mí fue todo un descubrimiento y una apertura de mente brutal, entonces espero que este tipo de certámenes puedan tener el alcance suficiente para que muchas personas puedan tener esa experiencia.
¿Cómo te sentiste y en quién pensaste cuando recibiste la noticia?
Sinceramente, me sentí muy confusa porque ni me acordaba de que habíamos echado esa candidatura… Cuando me llamaron y me dijeron que había ganado pensé que me estaban tomando el pelo pero luego, hablando con mi pareja, descubrí que sí, que nos habían dado un premio y fue muy abrumador.
El momento de la ceremonia fue muy emotivo, impresionante, muy increíble y muy muy bonito. Pensé en mi familia, principalmente mi pareja, que es con quién he construido este proyecto desde cero y todavía me parece increíble hasta donde hemos llegado, ya no por el premio sino porque hemos ido consiguiendo dar forma a lo que teníamos en mente y es una maravilla, cuando tienes un objetivo y ves que poco a poco lo vas alcanzando, así que estamos muy contentos.
¿Quieres hacer algún agradecimiento?
Agradecimientos a mi pareja y, en general, a toda mi familia porque esto es un trabajo muy de equipo, y a todos los que de alguna manera sujetan el proyecto tanto comprando los productos, viniendo a echar una mano como interesándose por él desde sus posibilidades.
¿Cómo conociste el evento y por qué te decidiste a presentarte?
Lo conocí a través de redes sociales y nos decidimos presentar porque nos pareció interesante el certamen y, como ya teníamos más o menos una memoria redactada, decidimos probar suerte.