Un buen queso empieza a elaborarse en el medio natural: en sus pastos, sus dehesas, en el sotobosque.
Esas materias vegetales pasarán al sistema digestivo de las vacas, ovejas y cabras que proporcionarán la leche necesaria para elaborar un buen queso.
Pero aparte de alimentarse, nuestras vacas, ovejas y cabras también ejercen otra función esencial en el medio natural: controlan y despejan el sotobosque cumpliendo una acción indispensable en la prevención de incendios forestales, ya sea rumiando esa materia vegetal como pisoteándola para que no crezca.
Resiliencia socioecológica y ganadería extensiva
Se ha hablado mucho ya sobre los beneficios de la ganadería extensiva (en mi opinión: la natural). Por ganadería extensiva se entiende “el conjunto de sistemas de producción ganadera que aprovechan eficientemente los recursos del territorio con las especies y razas adecuadas, compatibilizando la producción con la sostenibilidad y generando servicios ambientales y sociales”, como bien define la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo.
En el pasado webinario “Ganadería extensiva y prevención de incendios” organizado por esa plataforma, se habló de la resiliencia socioecológica, «la capacidad de los sistemas socio-ecológicos de adaptarse o transformarse frente al cambio (en particular el cambio inesperado), de manera que sigan siendo capaces de sostener el bienestar humano».
La paradoja pastoral
Y para ser resilientes a los efectos del cambio climático, el pastoreo cumple una función imprescindible:recuperar la riqueza de un paisaje rico que alterne zonas de bosque con áreas cultivadas y pastoreadas, aportando una mayor resistencia a la propagación de las llamas.
Las ventajas del pastoreo en los montes pueden ser las siguientes:
– estimula la producción mediante la paradoja pastoral(el pasto, para estar sano, necesita estar pastado),
– mejora la biodiversidad con un pastoreo moderado,
– contribuye a la prevención de incendios forestales mediante el aclarado y control de la maleza bajo el arbolado,
– mantiene la cubierta vegetal, ya que disemina las semillas y fertiliza (aumenta la materia orgánica en el suelo),
– favorece la conservación de hábitats despejados, refugio de fauna silvestre,
– constituye una renta para los montes españoles dado que lleva consigo la revalorización de los montes y el aprovechamiento ganadero.
El artículo “Las ovejas, bomberas en nuestros bosques: ¿Cuál es su papel en los incendios?”, cita a Ángeles Santos (ganadera extensiva y responsable de la Comisión Ejecutiva de COAG): «el control del pastor sobre el fuego permite mantener las área cortafuegos y que gracias al ganado no solo se previenen sino que cuando ocurren son más pequeños y fáciles de controlar«.
Gastronomía y prevención de incendios
Es necesario incrementar el consumo de carne y derivados del cordero y el cabrito “porque ni el pollo ni el cerdo blanco (que son las carnes más consumidas) contribuyen a apagar incendios”.
Así pues, comiendo quesos de ganadería extensiva estamos ayudando en la prevención de incendios forestales. Y si los acompañamos de un buen vino, también estaremos colaborando en esa misma tarea (paisajes agroforestales en mosaico).
Por cierto, el pastoreo también ayuda a aclarar las vides de nuestros viñedos…
Autora: Fina Corredor (asociada y miembro del grupo de Comunicación de Red española de Queserías de campo y artesanas). Dietista-nutricionista y educadora ambiental. Trabajó en prensa comarcal y participó voluntariamente en programas de prevención de incendios forestales y en la creación de recursos pedagógicos sobre repoblación forestal.
Por su lado, INTIA lanza una campaña para poner en valor el papel de la ganadería extensiva en el control de incendios: «Pastoreo contra el fuego»: